El nuevo currículum, una oportunidad para transformar el Bachillerato

Para hacerlo contamos con la intervención de diferentes ponentes, todos ellos referentes en el ámbito educativo en Cataluña.

La presentación fue a cargo de Enric Masllorens, director general de JE, que hizo énfasis sobre el “proyecto de sentido con la Ciudadanía Global” que tiene Jesuitas Educación, “un proyecto de transformación que comporta mantener la tradición y además actualizarnos para nuestra sociedad del siglo XXI. Esta transformación responde a la fidelidad creativa de la pedagogía ignaciana, donde la figura del educador comprometido es la gran fortaleza que la posibilita”.

A continuación intervino Ramon Grau, subdirector general de Ordenación Curricular del Departamento de Educación de la Generalitat de Cataluña, que participó con una ponencia titulada “El enfoque curricular al Bachillerato”. Grau, uno de los artífices del nuevo currículum, habló del Bachillerato competencial, haciendo hincapié en la aplicación de los aprendizajes en la resolución de problemas en contextos reales. Según él, trabajar por competencias en ningún caso elimina los contenidos: “Trabajar por competencias no quiere decir olvidarse de los conocimientos, puesto que estos son necesarios para trabajar las habilidades. Cualquier acción competente necesita utilizar conocimientos, que se interrelacionan con las habilidades y las actitudes para poder aplicarse en situaciones reales”. Este marco curricular en el Bachillerato pretende que los estudiantes aprendan a dar respuesta a problemas diversos y llegar a la universidad sabiendo pensar críticamente, argumentar, debatir, opinar, etc. Para conseguirlo la figura del educador también tiene que evolucionar.

Mesa redonda multidisciplinar

A continuación se celebró la mesa redonda “El Bachillerato desde diferentes ámbitos del saber”, que contó con las intervenciones de David Bueno, doctor en biología, profesor e investigador de la Sección de Genética Biomédica, Evolutiva y del Desarrollo de la Universitat de Barcelona; Begoña Román, doctora en Filosofía y profesora en la Universitat de Barcelona; Digna Couso, doctora en didáctica de las ciencias, profesora en la Universitat Autònoma de Barcelona, investigadora en el ámbito de las STEM y directora del CRECIM y Daniel Cassany, doctor en enseñanza de lenguas y literatura, profesor en la Facultad de Traducción e Interpretación de la Universitat Pompeu Fabra.

La profesora Begoña Roman, explicó la importancia del Bachillerato por el momento vital del alumno -“la etapa donde el alumno empieza a crear su identidad y su propio proyecto vital”- y como el aprendizaje por competencias ayuda al estudiante a centrarse en la investigación de sentido, al compromiso de crear su propia identidad para querer transformar el mundo. En esta etapa, el alumno tendría que resolver la pregunta “¿para que estudio?” y para resolverla “es importantísimo el acompañamiento personalizado por parte de los docentes”.

En este sentido, el profesor David Bueno añadió que el Bachillerato supone una época de cambio en los adolescentes, donde el sistema encargado de las emociones es mucho más reactivo. Para superarlo es básico la confianza y la curiosidad. Así, según él este nuevo currículum “ayuda a despertar la curiosidad para aprender”, porque los conocimientos adquiridos sirven para resolver problemas reales. El foco tiene que ser preparar a los estudiantes a ser ciudadanos corresponsables, críticos, estables cognitiva y emocionalmente y que los permita acceder -si lo desean- a estudios superiores. “El foco no tiene que ser acceder a estudios superiores”, sentenció.

Por su parte, la profesora Digna Couso trasladó su preocupación por la carencia de visión humanista en el currículum de ciencias, y expuso una nueva valoración para acceder en la universidad más allá de la nota de las PAU: acreditar voluntariado, redactar una carta de intereses, etc.

El profesor Daniel Cassany cerró redonda las intervenciones poniendo énfasis en la importancia de la lengua en todas las materias, y en el papel que juegan los educadores/as: “Enseñar la lengua de la química lo tiene que hacer un químico. La lengua no solo es patrimonio de los profesores de lengua, sino de todos. No se tendría que ver como más trabajo sino como una oportunidad”. También incidió en la influencia externa para el aprendizaje del alumnado: “Ahora el alumnado puede aprender más cosas fuera de la escuela del que aprendía antes. Los docentes nos tendremos que convertir en mediadores y curadores de los contenidos, creando situaciones donde hacer de mediadores con el alumnado”, propuso.

Conclusión a cargo de Enric Puiggròs SJ

La conclusión de la jornada fue a cargo de Enric Puiggròs SJ, presidente de la Fundación Jesuitas Educación, quien subrayó que la escuela tiene que ser siempre permeable al contexto para poder dar respuestas en la vida. “El nuevo currículum abre oportunidades y se integra en un marco de sentido que desde Jesuitas Educación llevamos desarrollando: la Ciudadanía Global”-, concluyó.