7 de Febrero de 2024

Charla "Crianza respetuosa y pantallas" a cargo de Anna Ramis

En un entorno cada vez más  monopolizado por los dispositivos digitales, la pedagoga Anna Ramis, lanza una campaña a favor de los menores, informando a las familias para que puedan actuar preventivamente y no expongan a riesgos evitables a los y las menores en esta etapa clave de desarrollo. 

Ayer, 6 de febrero, compartimos la tarde con numerosas  familias que asistieron a la charlada “Crianza respetuosa y pantallas” a cargo de la Anna Ramios.



Quién es la Anna Ramios?



La Anna es maestra, profesora universitaria y pedagoga. El 2018 escribió el libro “De 0 a 3, nada de pantallas?” (Eumo) donde alertaba del uso de los dispositivos digitales. Un libro que iba acompañado de una campaña con un nombre parecido, #de0a3PantallesRES. El proyecto se impulsó para alertar de este nuevo fenómeno social que cada vez se ha hecho más evidente.



A continuación os compartimos algunas de las reflexiones que surgieron ayer raíz de la charla y de preguntas por parte de las familias #asistente



Qué podemos hacer las familias para evitar el uso de las pantallas por los más pequeños de la casa?



La actitud que los adultos tienen en casa es clave, es el modelo que después la criatura adoptará como criterio de normalidad o de uso. Si el padre y la madre siempre van con este dispositivo, no salen de casa sin, si van al baño y se lo llevan… como le dirás después de que él o ella no lo pueden usar? Nosotros, como adultos, somos los modelos.



Tenemos que dejar a los menores de 3 años pantallas para tranquilizarlos?



Las pantallas no son como un canguro, muchas veces ponemos a los menores ante pantallas para estar tranquilos con la familia o amigos y que "no dé la tabarra" pero esto es contraproducente.



No se tienen que poner pantallas al niño porque comporta el que decimos el “coste de oportunidad”. Mientras es ante una pantalla se pierde de hacer todo aquello que le es propio, que es menearse, interactuar, descubrir, probar, tocar, ponerse cosas en la boca, experimentar corporalmente… Todo esto tiene un valor mucho más grande que aquello que una pantalla le pueda aportar.



Qué consecuencias puede tener que un menor de 3 años esté con pantallas?



El cerebro humano cuando nacemos ya se fascina con los cambios de sonido, luz, color, posición, luminosidad… entonces, si un dispositivo me ofrece esto cada tres según, cuando esto se apaga mi cerebro queda excitado a esta velocidad. 



En la vida no pasa, no hay tanta rapidez, y entonces vemos estos niños que se aburren, porque la realidad se los hace aburrida, pierden el interés pronto, pueden tener atraso del lenguaje porque no interactúan con otras personas, etc...



Entonces no podemos poner dibujos a nuestros hijos e hijas?



Evidentemente que sí pero con una buena selección y control de las personas adultas que, además, nos quedaremos para observar sus reacciones .



Empezamos con poco tiempo para ir introduciendo y escogiendo aquellos dibujos que son lentos como por ejemplo en Mic o Pingu y no poner La patrulla canina ni Bob Esponja. Al acabar podemos establecer una conversación sobre el capítulo.



A partir de los 6 años el peligro baja?



Tenemos que mirar la cantidad y calidad del tiempo ante las pantallas. No pasa nada si los niños y niñas ven dibujos un rato en tiempo de ocio pero no ponerle en la hora de comida, porque pierden la sensación de saciedad, en la hora de ir al lavabo, porque tienen que aprender a controlar sus esfínteres, .. por ejemplo cuando vayamos en coche es un maravilloso momento para compartir juegos o conversaciones con ellos y que no estén enganchados a una pantalla.



Nosotros podemos controlar qué hacen nuestros hijos e hijas a casa pero no fuera, qué podemos hacer?



Tenemos que establecer un modelo de confianza porque nos puedan explicar qué hacen o que han visto. Además es muy importante saber prevenir, explicar, por ejemplo, al salir de la ducha cuando lo enjugo “Mira, esta parte de aquí que ahora enjugaremos con cuidado, solo la puedo tocar yo –hasta que tú me dejes–, tú y quien tú dejes que la vea o la toque. Porque de estas partes decimos ‘íntimas’.” Después a seis años, se lo puedo decir en relación con una pantalla. Por ejemplo: “Voces esta fotografía tuya en la playa? Nos gusta mucho, pero no la colgaremos. Recuerdas que te dije que hay una parte que decimos íntima, que solo lo enseñamos a quién volamos? No la colgaremos, la podría ver cualquiera.” Fíjate qué hago. No hay que esperar que tenga dieciséis años y decirle: “En Instagram no pongas fotografías de las partes íntimas.” Todo ello tiene que tener un curso natural. “De esto que no me enseñas, si nunca te sientes violentado, agredido, incómodo, siempre me lo puedes venir a dir. Siempre.” Crear esta confianza para que pueda venir a decirlo.

 Neteja

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Los niños y niñas necesitan ser mirados, hablados y escuchados. Estamos viendo que el abuso de las pantallas de padres y madres hace que dejen de interactuar con las criaturas y esto es un problema en la edad adulta.

Imatge
Crianca  Anna Ramis SPC-2