Este mes, dentro de la propuesta de aprendizajes vinculada al otoño, los niños de GUARDERÍA1 han disfrutado de una sesión de experimentación con pasta de colores. A través de esta actividad sensorial, han podido manipular, observar y descubrir texturas, formas y movimientos con total libertad, favoreciendo la curiosidad natural que les impulsa a explorar el mundo que les rodea.

Este tipo de experiencias permite potenciar la motricidad fina, fomentar el juego autónomo e iniciarlos en los primeros procesos de descubrimiento científico. Además, ofrece un entorno rico en el que cada niño puede expresarse, probar, equivocarse y probar de nuevo, construyendo aprendizajes significativos a partir de la experiencia directa.
El otoño se convierte así en un marco inspirador que nos ayuda a conectar propuestas pedagógicas con elementos que evocan cambio, diversidad y nuevas sensaciones.