Es una propuesta singular que hace la Compañía de Jesús en Cataluña, y que, después de la buena acogida de los años anteriores, ha repetido el formato haciendo el tramo Lleida-Manresa en una semana. La iniciativa sigue despertando mucho interés y tiene un impacto profundo e inolvidable para los peregrinos y peregrinas que participan.
Las personas participantes forman parte de diversas entidades, grupos o instituciones de los Jesuitas en Cataluña. Lo hacen motivadas por andar, por el contacto con la naturaleza y por la combinación de todo ello con la interioridad, el silencio, los ejercicios espirituales y la necesidad de hacer un paro en comunidad. Esta experiencia tiene una dimensión personal muy importante, con momentos de silencio que permiten conectar con la vida interior y con la naturaleza, así como una fuerte dimensión comunitaria y compartida, como espacio de encuentro y construcción de vínculos.
Existe diversidad tanto en la edad como en la procedencia de los participantes. La franja de edad va desde los 23 años de los más jóvenes hasta los 73 de los peregrinos más veteranos. Se encuentran personas que desarrollan su actividad en centros educativos, organizaciones sociales o comunidades vinculadas al ámbito pastoral. También hay diversidad en otros muchos aspectos: situaciones de vulnerabilidad, de salud, de cambios de etapa personal o laboral, de búsqueda de orientación o reorientación vital, y de los momentos del proceso espiritual en que se encuentra cada uno. Todo el mundo tiene cabida.