Proyecto Montcrew

Este proyecto surge de la reflexión de un grupo de educadores, hemos detectado que en la escuela no hay ninguna propuesta de ocio a la natura para nuestros alumnos adolescentes. Creemos que sería interesante que la escuela pudiera dar espacios donde los chicos y chicas participen de las posibilidades y actividades que aporten las salidas de fin de semana a la natura.

El ocio, considerado educación no formal, acontece de vital importancia por la formación y la socialización de la persona, puesto que condiciona y modela los hábitos, habilidades, actitudes y los valores sociales. Así, las actividades de ocio contribuyen de manera activa a que los niños desarrollen estrategias de comunicación, entiendan la importancia de conocer y respetar la realidad del otro, y sobre todo tomen conciencia del valor de las relaciones positivas y respetuosas. El trabajo en todos estos ámbitos de la persona, los ayudan en su desarrollo más social y a la vez personal.

Generalmente el contexto en el qué se desarrollan estas actividades de ocio es muy flexible y dinámico, casi espontáneo, y cuanto más diferente sea del contexto escolar, más rico en experiencias resultará para los adolescentes. Podrán encontrar otros amigos, otras realidades y experiencias, que los conducirán a descubrir otros intereses. Por lo tanto, no solo el aprendizaje escolar y académico es importante por los niños, sino que para formarnos como personas es de vital importancia el trabajo en base a los valores positivos que se trabajan en el ámbito no formal. Valores que ayudan a construir una personalidad más justa, respetuosa y solidaria.

Pensamos por otro lado, que nos hay que trabajar para dar respuesta en un gran reto con el adolescente de nuestra escuela. Este reto es el descubrimiento del ocio sano, de trabajar el vínculo con la escuela, con los compañeros y con los adultos que acompañan desde un espacio de libertad. Entienden que hay que dar alternativas de ocio de consumo que muy habitualmente acompaña a nuestros adolescentes.

La excursión fue mucho “*xula” porque, fuera de que el camino era mucho “*guai”, lo hacíamos con los amigos. Además, conocí gente nueva que me acabó cayendo muy bien.Todo el camino era por dentro del bosque; no era ni muy difícil ni muy fácil porque habían momentos de subida dura y momentos de bajada bastante divertidos. Nos ayudaron a desconectar de la rutina y las pantallas y hacer cosas diferentes durante el fin de semana. Fue de las mejores excursiones que he hecho, me lo pasé muy bien. Marc 1.º ESO

Los alumnos que nos apuntamos a la 2.ª excursión del *Montcrew acompañados de 4 tutoras de la escuela, fuimos al Santuario de Cabrera (L'Esquirol). Cuando llegamos al pie de la montaña, almorzamos todos juntos y minutos más tarde, empezamos el camino. La primera parte de la ruta, estaba llena de pequeñas subidas con muchas piedras que te hacían resbalar fácilmente. Finalmente, llegamos al pico de la montaña donde encontramos un gran camino plano donde al final de este camino, nos esperaba un paisaje en el lugar que se pueden ver los Pirineos o el mar incluso. Fue una excursión para desconectar de la actualidad y pasarlo bien con amigos. Pedro 3.º ESO